El museo pretende ser un centro irradiador de cultura y un referente mundial en diseño y nuevas tecnologías,“para celebrar las obras de arquitectura y diseño que son obras de arte, y honrar aquellas obras y objetos que mueven el corazón, no aquellas que son sólo sostenibles y prácticas”, ha matizado Ambasz.
Sin embargo, y como pudimos ver en el documental "La servilleta de Picasso", sólo nos hemos interesado por la cultura cuando los pintores, músicos, novelistas, fotógrafos, etc. se han cotizado al alza, es decir, cuando han tenido reconocimiento internacional y sus obras un valor económico alto.
Y todo porque la falta de participación y la privatización del espacio y los bienes públicos permiten que la gestión urbana se convierta en caja registradora particular.
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